La belleza rubia fue capaz de convencer a su padre de que es excelente en las mamadas e incluso puede dar placer a un hombre con sus piernas. Papá se derritió de felicidad, ya que no esperaba tal rapidez de su hija. Se folló a la joven zorra con fuerza, para que recordara las caricias de su padre durante mucho tiempo. Pero a ella le debió gustar, porque sus gemidos eran tan apasionados que hasta la sangre me hervía entre las piernas.
Muchas mujeres hacen más que eso cuando están a solas consigo mismas. Pero las reglas artificiales no les permiten relajarse con un compañero. No en vano dicen que una mujer inteligente lo tiene en la cabeza, una tonta lo tiene en la boca. Incluso conozco hombres que rechazan categóricamente esas libertades.